1 feb 2012

CUESTIÓN DE HONOR.

    Por desgracia a mi juicio estamos en un mundo decadente, en donde ya no sólo no se valoran ciertos valores, sino que si uno hace uso de ellos le pueden incluso tachar de loco, cuando no de imbécil.
   El mundo del fútbol no escapa a esta tendencia y ya casi sólo vale ganar, pasando a un segundo lugar la forma de hacerlo. En esto es experto el F.C. Barcelona, maestro en lloros, quejas y actuaciones desde casi su fundación. Curiosamente en los últimos 3 años en donde los favores arbitrales que les han hecho han sobrepasado ampliamente lo imposible, han sido "el paradigma de la prudencia", pacificadores y máximo ejemplo de la "defensa arbitral" y "el juego limpio". Otra cosa es que mientan cual bellacos, actúen en el campo de forma patética y que gran parte de sus logros sean gracias a sus hoy e históricamente enemigos, los árbitros.
    En esos "maravillosos años" los barcelonistas han gritado a los cuatro vientos su limpieza, estilo y "seny". Y han repetido hasta la saciedad que ellos nunca hablaban de los árbitros. Nunca hasta ahora, en donde por más que les ayuden (quiero recalcar que esas protestas son tras el partido contra el Villarreal en donde les perdonaron un penalty) están a 7 puntos del Real Madrid. Vamos, están donde siempre han estado en los últimos 107 años y en donde deberían haber estado los últimos 3 de no ser por lo anteriormente referido. Como consecuencia de ello ha renacido cual ave fénix sus sempiternos lloros y "elegantes" ataques. Que digo yo: si me van a matar, me da igual que sea una puñalada limpia, que una "sucia". Es verdad que han evolucionado, más que nada por la referida elegancia, pero el mensaje es el mismo y la conclusión igual de obvia: son y siempre serán unos segundones.
    Por muy "mourista" que sea, reconozco que en diversas ocasiones se ha equivocado, más que en el contenido, en el continente. Pero es un hombre que no baila al son que le llega a cada momento, siempre va a la cara, no esconde las cartas y dice todo tal y como le sale. Esto como es lógico tiene sus cosas buenas, pero también malas. Pero para enlazar con el tema principal, diré que aún en las malas, tiene su código, su ética, más o menos buena, mejor dicho, más o menos "políticamente correcta", pero siempre con la verdad por delante o por lo menos con su verdad por delante, no vendiéndose al mejor postor o al que más beneficios le vaya a dar.
    En cambio el caso de Rossel, Guardiola y sus secuaces es completamente distinto. Son la mejor definición de falsedad en su grado máximo. Venden como oro el peor de los estiércoles, no sólo en lo arbitral, también con "su maravilloso juego", las actuaciones de sus jugadores y demás basura.
    Lo curioso del caso es que en toda esta historia para la inmensa y ciega mayoría, el malo "de la película" ha sido Mou. Hay que reconocer que los catalanes lo han hecho muy bien y casi todos han caído en su trampa. Pero justo ahora, cuando nuevamente se saben segundones, aunque aún quede mucho y la situación pueda cambiar en unas pocas semanas, ha surgido su verdadero ser y ya empiezan a arremeter contra los árbitros y a buscar excusas rastreras.
    Pero lo realmente preocupante es que los hombres de honor, aquellos que tienen valores, los tienen en las buenas y en las malas, no sólo en las primeras. Es muy fácil ser una excelente persona cuando la vida te sonríe, lo difícil es serlo cuando la situación no es la más apropiada. Los verdaderos caballeros lo son en la alegría y en la tristeza. Es indudable que todos tenemos un mal día y alguna mala palabra o acción se nos puede "escapar", lo que ya no es tan casual es que esos malos gestos, insultos y actitudes hayan sido sólo cuando las cosas no han salido como han esperado, como por ejemplo ocurrió en el partido contra el Cophenague cuando el "honorable" Guardiola tuvo una "amistosa" discusión con Solbakken, como cuando "tomó el pelo" a CR7 al tirarle el balón al suelo en vez de dárselo cuando éste se lo pedía para poder sacar, como cuando....,... o como cuando están a 7 puntos, en donde desde el dopado hasta su modélico presidente han rebuznado lindezas contra aquellos de los que no hablan.
    La mayor parte de las cabezas visibles del Barcelona son de todo menos gente de honor, de hecho de ser algo es más bien su antítesis.    
    Antes de acabar quiero dejar claro que esto no es una crítica a la estrategia del Barcelona, cada uno utiliza sus armas y hay que reconocer que los lloriqueos y las falacias son alguna de las que mejor usan. Lo que si intento es abrir los ojos a aquellos obnubilados por el brillo cegador de una luz tan oscura como las intenciones que alberga.

   Postdata: Tan prepotentes y amenazantes son los árbitros que Pinto sigue jugando. Por cierto, esta vez sí, Guardiola ha sido coherente y ha reconocido la influencia de la "no sanción" a Pinto. Al César lo que es del César y le felicito.¿Será consecuencia de un cambio en su estrategia de falsedades o una vena de sinceridad incontrolada?.     

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