18 nov 2012

MARAVILLOSO PARA LOS SENTIDOS, PELIGROSO PARA LOS TÍTULOS.

    
    Quiero dejar bien claro, por si algunos todavía lo desconocen, que soy un ferviente apasionado de la búsqueda del ataque total, para mí, el mayor de los espectáculos en el mundo del fútbol.
     Dicho esto comprenderéis que el partido visto ayer en el templo me pareció muy bueno, no sólo por parte de nuestro amado equipo, sino también por la forma en que el equipo de Bielsa se enfrentó a este encuentro.
    De hecho creo que el Real Madrid se vio sorprendido por el arranque del equipo Vasco. Valiente, presionando muy arriba, sin temor. Justo lo contrario a lo que todos estamos acostumbrados, pues los equipos que se enfrentan al Madrid se centran en destruir, dejando al azar y la suerte sus ataques.
   Poco tardaron nuestras huestes en reaccionar ante esa sorpresa y rápidamente comenzaron a trabajar como un ariete para destrozar la puerta del baluarte "enemigo". Y ciertamente creo que no podría encontrar mejor definición al juego desplegado por los blancos que el de ariete. Era un continuo vaivén en donde se deduce que en algún momento la cuerda que lo sostenía adoptaría respecto al suelo un ángulo de 90 grados. Pero sólo se deduce, pues realmente nunca me dio tiempo a poder medirlo.
    Si no me equivoco ambos equipos salieron al campo con centrocampistas y volviendo a utilizar la sagacidad, uno piensa que para usarlos. O por lo menos utilizarlos en su teórica situación sobre el césped. 
    La verdad fue otra. Jugaron en cualquier lugar del campo, menos donde habrían de hacerlo, y su trabajo no fue controlar y dirigir, fue simplemente prolongar el desplazamiento del balón.
    Desde mi asiento en la grada (fondo sur), mis cervicales no notaron nada, pero aquellos que se ubican en los laterales..., vaya dolor de cuello debieron tener!. Aunque quizás de algo les sirvió el hecho de que se cambiara de campo en la segunda parte, pues hay que reconocer que en la mayoría de los casos, el balón apenas iba en dirección hacia la portería blanca y casi sólo tras ser despejado. Pero claro, hacia la portería opuesta pasaba a tal velocidad y tantas veces... que no sé como nadie no llegó a marease.
    No las conté, pero calculo que en más de 30 ocasiones se plantaron las hordas blancas ante la meta de Iraizoz. Por cierto, partidazo el suyo.
    Aunque para partidazo..., el de CR7 y sobretodo Benzema. El primero, volviendo en el coche, no fue justamente valorado por el medio que iba escuchando. Para mí CR7 fue generoso, y salvo en una ocasión, estuvo más pendiente de buscar la mejor opción de juego, que de conseguir los goles que tanto le obsesionan. No fue lo egoísta (los delanteros han de serlo) que suele ser y en más de una ocasión presionó la salida del balón del Bilbao. Pero claro, como no metió goles... Cual simple es en ocasiones la visión de los periodistas deportivos.
    Del segundo que decir. Como bien sabréis siempre he sido un enamorado del francés, le considero uno de los 5 jugadores con más calidad del mundo, por no decir que es el que más tiene. Él es soberbio y perfecciona a los que le rodean. Es verdad que su aparente parsimonia es capaz de sacar de quicio al mejor de los aficionados, pero no hay otro como él. La prensa en general ha tardado 3 años en darse cuenta de ello. Enhorabuena, más vale tarde que nunca. 
    Aunque suene un tanto prepotente, me duele que digan que el partido de ayer de Benzema fue increíble y no vieran, no quisieran ver o algo les cegara, en otros 20 partidos anteriores en los que lo hizo aún mejor.
     Centrándome nuevamente en el partido, diré que el resultado se me antoja corto. He vuelto a escuchar hablar de la gran pegada blanca (repito, más de 30 peligrosos acercamientos hicieron) y si por pegada se entiende dar bofetadas..., pues sí, el Real Madrid es el equipo con más pegada del mundo y dio muchísimas ayer. Pero yo por pegada entiendo aquellos golpes que atontan, cuando no te deján K.O.. Y de esos damos pocos... en relación al número de veces en que golpeamos al rival.
    Como ya sabrán el resultado final fue de 5-1 y la desgracia del día fue que CR7 no marcara quizás en uno de los partidos en que más lo mereció. El fútbol es así de injusto.
    Pero como siempre no todo son luces y hay una gran sombra que sobrevuela nuestro equipo. Y ésta no es otra que para ciertos partidos, para la inmensa mayoría de partidos, esta táctica es ideal. De hecho si en el deporte en general y en fútbol en particular lo que se buscara es el puro espectáculo... no habría nada mejor. Pero a día de hoy el fútbol es un negocio y el dinero lo dan, entre otras cosas, la fama. Y esta fama se consigue con victorias; y si éstas son con grandes copas de por medio... mejor.
    La consecuencia de todo ésto es "el todo vale" con tal de ganar. La picardía, marrullerías, la ultra-defensa, el desgaste del rival, el aprovechamiento máximo de la única ocasión realizada,...y el control del partido, aunque éste sea en el propio campo. Y es esta falta de control la que por ejemplo, el año pasado, nos privó de la final de la Copa de Europa cuando habíamos remontado la eliminatoria.
    Reconozco que mi corazón dice: "seguid así!". Pero mi cerebro pide algo más de cabeza, algo más de dirección, de control. Algo más de "centrocampismo" puro y duro.
     Pero quiero hacer hincapié en el concepto "algo más" y es que el abusar nunca fue bueno en esas lides..., si lo que buscas es espectáculo. 
    Sé que se puede lograr esa mezcla ideal. Yo lo he vivido. Concretamente en un partido contra el Villarreal en el mismo escenario. Han existido muchos otros en el que se han acercado bastante, como por ejemplo el disputado contra el Manchester City hace escasas semanas y en donde sólo la mala suerte y la buenísima de los ingleses impidieron una victoria que entrara en los anales de la historia universal. 
     Mientras logramos de continuo ese excelso equilibrio, abran bien los ojos y déjense embriagar por lo que ven: puro y mágico entretenimiento.

    

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