9 dic 2012

UN SINVIVIR.

     La verdad es que lo de nuestro equipo roza lo surrealista. De hecho no lo roza, lo traspasa sobradamente.
     Es cualquiera que haya visto el resultado diría que vaya partidazo el disputado entre el Valladolid contra el Real Madrid. Y si sólo jugara un equipo así habría sido, pues la verdad es que los Vallisoletanos no hicieron prácticamente nada, salvo meter sus dos goles en sus únicos dos tiros que hicieron durante los primeros 60 minutos del encuentro. Y en ambos casos en jugadas de córner.
    Antes de su "primera acción de ataque" (córner-gol), nosotros pudimos haber metido un par. El dominio era total, movíamos bien la pelota y les teníamos a nuestra merced, cuando vino el fatídico (para nosotros) saque de esquina.
    Una mezcla de mala defensa, buena colocación rival y un probable fuera de juego supuso el gol de los blanqui-violetas.
    Esto no cambió un ápice el devenir del partido y en una jugada "intrascendente", muy bien presionada y con la mala suerte de un resbalón, Callejón recuperó el esférico y lo pasó magníficamente a Benzema, que prácticamente sólo tuvo que empujarla a la red.
   Injusto empate a 1 por el buen hacer blanco, pero más acorde que la derrota que reinaba hasta ese momento en el marcador. El Valladolid se mataba a defender..., pero poco más.
    Y en éstas, cuando el Real Madrid seguía apabullando a su rival (sin numerosas ocasiones, pero con todo bajo control y pudiendo haber metido algún golito más), llegó un segundo córner a favor de los de pucela. Se oía por la tele la excitación del público y yo pensé que eran unos exagerados, que bastante suerte tuvieron la primera vez como para... gol. Segundo gol del Valladolid. Aún mayor error defensivo blanco... y otra vez injustamente por detrás en el marcador.
     Sólo la presencia de mi hijo y mi mujer evitaron que me liara a patadas con el sofá por pura frustración (si, necesito visitar a algún psicólogo).  Era inconcebible. Dos córners, sus únicos acercamientos, dos goles. Reaccioné pocos segundos después. ¿De qué me sorprendo?. Nuestro equipo lleva sufriendo la increíble efectividad rival y sorprendente ineficacia propia desde hace prácticamente 2 años, por muchos recórds de puntos y goles que hayamos logrado en la campaña anterior. Además, aproximadamente la mitad de los goles encajados este año han sido a balón parado.
     Los derroteros no cambiaron. El Valladolid, ese equipo que hasta este partido había jugado tan bien, eran una comparsa al ritmo blanco, pero iban ganando. No es que el Real Madrid lo bordara, pero su juego era mucho más que aceptable, el control total y salvaba sobradamente la presión a la que el equipo castellano intentaba someterle. No sólo ésto, las ocasiones sólo eran nuestras (excepción hecha de una falta desde unos 30 metros que se fue muy cerca del póster defendido por Casillas), no muy numerosas, pero nuestras.
     Tras marrar un par de ocasiones, llegó el gol del empate. Justo cuando la primera parte se daba por acabada. Magnífica jugada entre Benzema y Özil que finalizó el alemán mandando el balón a las mallas.
     La segunda parte fue un calco de la primera. Mucha voluntad y presión del Valladolid, y autoridad del partido de los blancos. Sólo una variación de unos 10 minutos, desde el 60 al 70 aproximadamente, supuso que los vallisoletanos no sólo igualaran las fuerzas, sino que incluso las superaran.
     Pero pronto las aguas volvieron a su cauce y se retomó el control. Y justo en ese momento apareció de nuevo Özil (gran partido el suyo) para, de manera magistral, lanzar una falta ante la que nada pudo hacer el guardameta. Supuso el 2-3 con el que finalizó el encuentro... y un bajón de juego.
    No lo comprendo de verdad. Aunque el devenir del partido no indicara ésto, no jugamos mal. Presionamos muy arriba, apenas dejamos moverse al Valladolid y movimos muy bien el balón a pesar de la excelente presión de los pucelanos. No creamos tantas oportunidades como me hubiese gustado, ni el juego fue tan espectacular como cabría pensar. Pero hicimos un buen encuentro, austero, pero bueno. Entonces..., ¿Por qué varió cuando nos pusimos por delante?.
    Es cierto que tácticamente Mouriño hizo infinidad de variaciones durante todo el partido. Incluso posicionó a diversos jugadores en zonas... poco comunes para sus cualidades, como por ejemplo a Callejón de lateral izquierdo durante algunos minutos. Pero que justo cuando nos pusimos por delante coincida con un bajón en el rendimiento creo que es más por orden del entrenador que por otra cosa. Quizás, como siempre, buscara por encima de todo las contras tan peligrosas que suele hacer nuestro equipo. No lo sé con certeza. Lo que si pienso es que me gustaba más la anterior forma de jugar que la última.
    De todas formas se lograron 3 punto más para nuestra necesitada cuenta y a estas alturas es casi lo único que necesitamos, ganar para puntuar. El resto ya se depurará.
    Como espero se depuren los constantes errores defensivos, especialmente en jugadas a balón parado. El hacer del rival un portento en efectividad de ataque y el minimizar los daños a los que nos someten un partido sí y otro también a los aficionados. Y es que si siguen así, alguno algún día nos llevaremos un gran susto. Los partidos del Madrid últimamente más que un disfrute, son un sinvivir.
   
     

2 comentarios:

  1. Tranquilidad, todo controlado jejeje ;)
    Gran partido de el gran mesut que sería ese gran mesut si jugara así cada partido y fuera más regular.
    El Valladolid no merecio ese resultado fuimos muy superiores, ahora toca el celta en copa que no estaría nada mal ganarla este año....
    Saludos! desde solo-madridistas.blogspot.com.es

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  2. Escribo tardíamente y encima cabreado tras lo de el español. Aún así tienes razón.

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