En baloncesto las cosas no fueron tan bien, pero no quiero quitar mérito al hecho de haber llegado al final de todas las metas..., quedándonos con el mal recuerdo de la no consecución de las ansiadas copas, salvo la de S.M. El Rey, por escaso margen. Sin duda el cansancio final ha sido ese factor determinante que impidió la consecución. No obstante, felicidades.
Donde si me he llevado un gran disgusto fue con el Castilla. Con un grupo de jugadores de calidad soberbia y con el inconveniente de jugar contra gente mucho mayor que ellos, y contra un colectivo arbitral que parece ansioso por joder a las futuras estrellas blancas. Da la sensación que a falta de mejores cualidades, sólo aspiran a presumir en un futuro de haber expulsado a tal o cual jugador blanco. Las discriminatorias decisiones de todos y cada uno de los colegiados, siempre perjudicando a nuestros jugadores, hacen pensar que hay algo de fondo que "no se puede explicar". No obstante, este año no ha sido tan descarado, y aunque los arbitrajes han sido escandalosos, en relación a los 2 años anteriores, casi se podría decir que sólo han estado a miles de kilómetros de ser justos, y no a años luz como en temporadas anteriores.
Particularmente no me entusiasma Solari como entrenador. El Castilla fue de más a menos y al final nos quedamos muy lejos de tan siquiera poder jugar las eliminatorias para el ascenso. Gran error el haber cesado al anterior entrenador, que aparte de hacer un juego más excelso que el que ha mostrado el equipo entrenado por el argentino, luchó contra mayor número de inconvenientes y discriminaciones.
Justo en el lado opuesto está el Real Madrid de Guti. El juvenil A. Sublime. Hacía lustros que no veía a nadie jugar así. Ataque, ataque y más ataque. No hay más. Fútbol de calidad, entretenido y ofensivo. Pura magia. Magnífico..., y qué jugadores!
Cosas parecidas se pueden decir del resto de equipos de las categorías inferiores. Un futuro más que prometedor..., si los dirigentes empiezan a valorar lo que tenemos en casa.
En un punto intermedio entre el Castilla y el Juvenil A, aunque bastante más próximo a las virtudes, se encuentra nuestra primer equipo. Un campeonato de Liga y una Copa de Europa creo que son credenciales más que suficientes para hacerse una idea. No obstante reconozco que hubo momentos que llegué a dudar del juego de los nuestros. Y dudaba porque no tenía ni idea de a qué jugaban (defensivo, a la contra, fútbol control, ataque...), mezclando, ya no sólo partidos buenos con otros pésimos, sino que durante el mismo encuentro podían jugar 20 minutos increíbles, con 70 lamentables, o viceversa. Su evolución fue de menos a más, a pesar de que desde el principio, salvo en 3 jornadas, hemos sido siempre líderes. Pero es que incluso, aún estando en la fase "de más", y jugándonos la Liga, hicimos una primera parte paupérrima contra el Sevilla en el Bernabéu. No obstante, justos vencedores de todo lo logrado y arrollando en una segunda parte prodigiosa a una Juve fantástica en la final de la Champions.
Pero como con el Castilla, no todo pueden ser alegrías. Estando prácticamente de resaca de la celebración de la duodécima Copa de Europa, apareció CR 7, o más bien sus conocidos y la prensa, diciendo que quería irse del Madrid, al parecer por sus problemas con Hacienda y porque no se siente defendido por nuestro club. Pues nada, adiós y gracias por los servicios prestados. Quién se cree que es?, o mejor dicho, qué cree que es el Real Madrid?. Acaso se piensa que el mejor club de la historia es tan mediocre como otro que ahora no voy a mentar capaz de orquestar campañas promovidas por el Estado y su club rival contra su estrella el estafador argentino?. Es capaz de imaginarse a nuestro club promoviendo a sus aficionados para que vayan al Juzgado a apoyar a un supuesto delincuente que ha tomado el pelo a toda una nación?. Lo siento pero no. El Real Madrid está por encima de todo y todos. Y si CR7, directa o indirectamente, ha estafado, que lo pague y que la justicia actúe en consecuencia y con todo su peso sobre él. No hay más que hablar. Es más, si se demuestra que él era consciente de esas declaraciones de la renta "mal hechas", y finalmente se queda en el Real Madrid, espero que le echen sin paliativos. Y aprovecho para decirle que si es verdad que piensa que no está siendo respaldado por el club, que bastante ha dicho ya a su favor, pero claro está, sin poder asegurar nada, que piense que está igual de apoyado que cada vez que ha tenido que renovar, momentos en el que él ha pedido más dinero al club. CR7, como profesional y de manera lógica y comprensible, cada vez que ha renovado, ha exigido mejores condiciones y más dinero. Ha mirado por sus propios intereses. El Real Madrid no sólo ha de mirar por sus intereses, sino por su gloriosa historia y por lo que ha de ser una impoluta imagen. Aún así reconozco que por lo menos no solicita renovar cada 3 meses, como si hace el "niño perfecto" argentino del barza. Amor a su club dicen.
También me apena, aunque parezca mentira, el derribo de El Calderón. Fue al primer campo de fútbol al que entré por obra y milagro de un tío mío socio del Atlético. Tendría 4 ó 5 años y ni me acuerdo, la verdad. Pero he visto las fotos de ese día..., y así fue, aunque por más que lo intentaron, mi corazón nació blanco. También tengo entrañables recuerdos de las bajadas hechas desde la Plaza Mayor los días de derby al futbolín rojiblanco. E incluso de algún concierto al que he asistido a ese campo, entre ellos la bazofia del que nos dieron los Guns and Roses en el año 1992, sólo salvado por el maravilloso Brian May (Queen), y el notable dado por los mismos hace escasas semanas.
Guste o no guste, ese campo es historia del fútbol, de Madrid, e incluso de mi vida. Una lástima.
Y ya puesto, aunque muy egoísta por mi parte, quiero criticar la gestión realizada por el club de mi vida con los socios a los que nos han echado, obligados, de nuestro asiento en el fondo sur. Llevo más de 24 años de socio, y asistiendo desde hace casi 30 al mágico y sagrado fondo sur del Bernabéu. Entiendo e incluso apoyo el hecho de que las gradas más bajas de la calle Concha Espina sean el pulmón de un estadio cuya mayor parte de los asistentes parece que están, salvo contadas excepciones, en un velatorio. El Bernabéu debe volver a crear ese ambiente mágico. Ese miedo escénico que tantos logros consiguió. El fondo sur debe volver a ser lo que siempre fue, y nunca debió de dejar de serlo. Pero esto no quita que a los socios que también siempre hemos estado ahí, o que han ido llegando poco a poco, nos echen sin la mínima consulta, sin tenernos en cuenta o sin previo aviso. Y aún peor, que la solución dada sea reubicarnos en sitios mucho peores, o infinitamente más caros. Respeto, sólo pido un poco de respeto y consideración. El resto vendría sólo.
Resulta que van a colocar a la ahora llamada grada de animación, sita hasta esta misma temporada en el tercer anfiteatro del fondo descrito, en el lugar de donde nunca se debieron haber movido. Como es lógico, se ha producido una importante renovación de personas (la edad y circunstancias personales mandan), y toda esta gente "nueva" va a ocupar un sitio sagrado para mí, motivo por el que sin consideración alguna, me fuerzan a abandonar la habitación de la que siempre fue mi segunda casa. No es justo, aunque si necesario. Lo que ya no tiene tanta explicación es el trato, la solución y la compensación recibida, perdiendo no sólo proximidad y calidad de visionado, sino también tiempo a la hora de desplazarme desde mi casa al estadio y al contrario. Quizás para alguien que vive en la capital esos 5 ó 10 minutos de más que tardaré en salir del campo no sean tan importantes, para mí, que vivo a casi 60 kilómetros, puede suponer un retraso notable a la hora de llegar a casa, pues me encontraré unas calles más saturadas de gente e impracticables, unos metros a rebosar y unos atascos más densos que va a influir negativamente en mi vida. No es lo mismo, especialmente a la hora de salir, tener acceso directo a la calle, que tener que subir o bajar varias plantas en un espacio ocupado por 80.000 personas.
Lo dicho, sonrisas y lágrimas.