Créanme si les digo que desde la llegada de Florentino al Real Madrid mi identificación plena con el equipo de mi vida ha ido disminuyendo, aunque mi amor por los colores ha permanecido imperturbable. Esta es una consecuencia directa del excesivo uso del talonario para extranjeros y la pérdida de la confianza en lo patrio y especialmente en la magnífica cantera.
Llámenme romántico, idealista, imbécil o lo que gusten, pero me enamoré del deporte rey y del mejor equipo del mundo en mi infancia, cuando una tal "Quinta del Buitre" aparecía en el horizonte. Concretamente en un Castilla que disputó la final de la Copa de S.M. el Rey al mismísimo Real Madrid. ¿Quién militaba en el Real Madrid de esa época?, un tal Juanito, Santillana, Camacho,... ¿Qué pasó en la temporada siguiente a esa final?. Pues que poco a poco los miembros de "La Quinta", incluido Pardeza, fueron subiendo a la primera plantilla y arrasaron. Sólo la mala suerte, la malísima mala suerte, especialmente aquella semifinal contra el PSV, les privó de una (o varias) merecida Copa de Europa.
Esa conjunción de jugadores maravilló a propios y extraños y en ese equipo había mayoría de canteranos, sobresalientes jugadores españoles (Maceda, Gordillo,...) y extraordinarios extranjeros (Schuster, Hugo Sánchez, Stielike,...). Uno al ver la alineación apenas veía 1, 2 o a lo sumo y como excepción a 3 extranjeros.
Si, los tiempos avanzan, la globalización, la puñetera ley Bosman y todo lo que quieran, pero déjenme soñar... soñar con un Real Madrid con el que vuelva a sentirme plenamente hermandado. Un Real Madrid en donde cada jugador sepa lo que realmente significa pertenecer a este club y a poder ser que hayan mamado su idiosincrasia desde la más tierna infancia.
Aunque en lo futbolístico estemos aún a años luz del inicio de la temporada, toda hace indicar que este año se inicia la reconquista de mi plena identificación con mi equipo. Sé que todavía hay mucho que andar y los designios de los fichajes son inescrutables y más en nuestro club, pero a día de hoy la cosa promete.
Y ustedes se preguntarán, ¿qué tiene que ver esto con el honor?. Pues mucho. Mucho porque el honor es uno de los emblemas del Real Madrid. Caballeros del honor dirán algunos. Y de éste nos sobra y nos sobrará, visto lo visto.
Me remito a la presentación de Isco y la solicitud por parte de algunos aficionados a que se bese el escudo y la negativa de éste a hacerlo. Si señor, Chapó por Isco. Un joven español, formado en la cantera del Valencia y forjado en el Málaga..., ¿Qué amor sentirá a día de hoy por el Madrid?. Simpatía, no me cabe duda; admiración por nuestro equipo, seguro. Que sea un sueño jugar en él... también, pero amor por estos colores todavía no y me descubro ante su sinceridad.
¿Qué prefieren ustedes, que vaya y diga que desde pequeño fue el equipo de su vida (véase Alonso, canterano del Madrid casi de recién nacido, jugador del mismo equipo y que dijo en su presentación cuando le fichó el barza que siempre fue de ese patético equipo)?; ¿o acaso qué prefiere hablar en castellano en vez de valenciano? (¿les suena una presentación reciente de un brasileño en el barza que dijo que le resulta mejor hablar en catalán que castellano?); ¿o qué diga en su presentación que no le gusta verse de blanco ni en los cromos? (Luís Enrique, alias minero de mierda, tras salir del Real Madrid y fichar por el barza), o... miles de ejemplos más. No señor, señorío y honor tiene este chaval. Enhorabuena Isco, sólo al no besar ese sagrado escudo nada más llegar has demostrado ser más madridista que muchos que así se consideran y otros tantos que así se quieren o han querido vender, incluidos miembros o ex-miembros de la plantilla.
Si es verdad que el epicentro de la hipocresía y falsedad está en Barcelona y que les obligan a decir unas sandeces imperdonables. Son la imagen de una sociedad engañada y que desea seguir siéndolo. Pero en nuestros vecinos más próximos también lo normal es escuchar en sus fichajes frases como "nunca se me pasó ir al equipo rival", "ficharía por cualquier equipo menos por el Madrid",... el que nace tonto..., muere tonto; salvo contadísimas excepciones. Quizás alguno así lo piense y me parecería perfecto y digno de admiración, ¿pero todos?. "Papá, por qué somos del Atleti?", pues muy sencillo, porque dentro de cierta cordura y dignidad, es lo más parecido que hay a ser del barza en Madrid.
Carvajal, canterano y madridista genético si se besó el escudo en su presentación. Normal, él si lo ama. Cómo disfruté viéndole jugar en el Castilla en el estadio Alfredo Di Stefano y qué alegría más grande su "repesca"!.
A ambos les espera una gran prueba de fuego en su vida en general y la futbolística en particular. Pero la gran prueba es la que pasará nuestro presidente. Siempre que D. Florentino ha pretendido fichar a un entrenador ha salido a relucir el nombre de Ancelotti. Es un entrenador muy del agrado del presidente y que desde su llegada a anhelado su fichaje. Este año se ha visto más que nunca que era su apuesta personal y al fin lo ha conseguido. En su primera etapa como gerente general de la entidad pecó de excesiva permisividad con los jugadores. En esta segunda y a tenor de lo hecho con Mou, se ha excedido en las concesiones al entrenador portugués. ¿Qué pasará con Carlo?, ¿Cómo lo gestionará?, ¿Qué logrará el Madrid mezclando las dos primeras preguntas?.
Yo me mantengo expectante. Reconozco cierto escepticismo, pero a la vez esperanza. Mezcla extraña, sin duda. Igual de extraño que en los tiempos que corren todavía quede un club y jugadores con valores. Papá y sobretodo hijo mío, yo soy del Madrid.