23 feb 2011

LA GRAN EVASIÓN.


Por más que doy vueltas a la cabeza, reconozco que hay cosas que me resultan inexplicables, en la vida en general y en el fútbol en particular.
Acabo de ver el partido que el Real Madrid hizo el pasado sábado contra el Levante (por diversos motivos no lo pude ver). Todavía no entiendo que pasó, porque basándome en lo que he visto por la tele, el Levante no sé a que vino. Ha sido el equipo más insulso que ha pasado en años, muchos años, por el coliseo blanco. Nada, pero nada puedo decir sobre ellos, ni para bien ni para mal, más que nada porque a quienes ofrecen o hacen algo se les puede juzgar por el resultado de su acción, pero a quienes no ofrecen... ¿qué vas a juzgar?. Ante esta situación me surge una pregunta: ¿no ofrecieron nada porque daban el partido por perdido de antemano al igual que hacen muchos otros con el barza?. Para el Madrid vendría muy bien, como le ha venido hasta ahora a los blaugranas en algunos partidos, pero para el fútbol es un insulto y sinceramente me he llegado a sentir insultado. También ha podido ser simplemente un mal día, eso espero. Fuera como fuere, el fútbol se marchó a no sé donde.
Ayer, como no, estuve viendo el partido de los blancos en Lyon. Muy triste primera parte madridista, de los peores momentos de la temporada; sin precisión en los pases, sin ideas, sin continuidad, entrando cegados en las trampas francesas y con un arbitro más que permisivo en las llamadas "faltas tácticas" de los franceses. Incluso, y esto me preocupó, ví cierta desidia en nuestros jugadores al ver en más de una ocasión como un sólo jugador francés era capaz de zafarse de tres madridistas o llevarse todos los rebotes posibles ante la inoperancia de algunos de los madridistas. En resumen, el Madrid huyó de sí mismo.
La segunda parte fue bien distinta, con un Madrid más centrado, más ordenado, más serio y por ende, más controlador y ofensivo. Anuló por completo a los franceses y en sólo 5 minuos hizo más que en los 45 anteriores, pero en este momento apareció una de nuestras "mejores amigas", la mala suerte de cara a portería. Al verlo por la tele, poco o nada puedo hablar de Adebayor, apenas le llegaron balones y debía de bajar demasiado al centro para tocar algún balón, algo que le honra, aunque no es muy productivo. No obstante en lo poco que salió en pantalla me gustó, no por sus acciones con el balón, sino por las que hacía sin él. Sus movimientos son muy buenos y cuando seamos capaces de aprovecharlos... los centrocampistas acabarán siendo pichichis. De todas formas el momento decisivo fue la entrada de Benzema, marco un buen gol, no por la terminación, sino por la colaboración en el robo del balón, su desmarque, su triangulación y su jugada. También realizó buenos movimientos y poco a poco su excelente calidad va apareciendo, participando en jugadas dignas de mención.
No obstante, en una jugada aislada y tras un rebote en un único (manda narices) madridista en la barrera, el balón cayó en inmejorable posición ante Gomis... y gol del empate. Adiós a una relativa tranquilidad en el partido de vuelta.
La sensación final es la de haber dejado escapar vivo al Olympique.
Menos mal que en la película acaban regresando todos "al redil".

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