Si tuviera que buscar una palabra que definiera el encuentro disputado esta noche en el Estadio Benito Villamarín sería la que titula este texto.
Un resultado incierto hasta el último segundo, un partido jugado más con el corazón que con la cabeza, un partido más pasional que de calidad, en resumen, un gran partido que pudo acabar de cualquier manera y que terminó con victoria blanca aunque, y como ha dicho Mouriño, lo más justo hubiera sido un empate.
Quisiera decir que si bien no hay queja alguna contra nuestros jugadores, estuvieron preocupantemente imprecisos. Se podría decir que fue gracias al gran planteamiento y sobretodo lucha de los verdi-blancos, que presionaron magníficamente y no dejaban jugar al Madrid. Pero aún así me sorprendió los innumerables errores a la hora de intentar triangular y pasarse el balón. Creo que unos jugadores con la calidad de los nuestros no se pueden permitir tales "lujos" y aunque quiero reincidir en las virtudes en el juego del Betis, no es menos cierto que algo más de precisión no sólo era deseable, sino también exigible.
Las consecuencias de esto último fue el abusivo uso de los balones en largo por parte de los madridistas, tan numerosos como improductivos, pues para variar en estas lides, ni uno fue medianamente aceptable.
También hay que tener en cuenta que después de un par de partidos en los que no nos metían gol en la primera jugada rival cerca del área, hoy a regresado nuestro nefasto sino, en su primer acercamiento, excelente control y gran pase que termina en la red de la portería defendida por Iker.
En esta jugada algunos han pedido mano y si puede que la tocara y se aprovechara de ello, pero lo hizo de manera totalmente involuntaria, por lo que considero que el gol es legal.
Desde este momento tocó lo de siempre, a remontar. Y nuevamente lo logramos. El primero de los blancos en marcar fue "El Pipita", tras un gran pase de Özil y una gran definición del argentino. Después y ya en la segunda parte apareció CR7 para marcar tras ¿pase? de Marcelo. Pero la alegría apenas duró 3 minutos, pues en una desafortunada acción de Arbeloa el balón le llegó en las mejores condiciones a Montero que no lo desaprovechó.
Ya a esas alturas el Betis empezaba a quedarse sin gasolina y desde ese momento hasta el final, según disminuían las fuerzas del equipo sevillano, el dominio del Madrid se fue incrementando. Como consecuencia de ello llegó el segundo de CR7 aprovechando un rechace tras excelente parada de Fabricio.
Poco más a destacar hasta el último minuto del partido, alguna ocasión más blanca y para de contar. Pero claro, y más con la polémica semanita que llevamos con el asunto arbitral, en el último suspiro del encuentro los béticos reclamaron un penalty de Sergio Ramos que en vivo (por la tele) no ví, en las dos primeras repeticiones que emitieron con toma trasera me pareció un penalty clarísimo y en las siguientes con toma frontal me pareció que no fue y que claramente el balón impactó en el muslo del defensa sevillano del Real Madrid.
Habré visto las repeticiones más de 30 veces y sigo sin aclararme, desde atrás son unas claras manos y desde adelante un claro muslo. Como madridista me quedo con la toma frontal, los del Betis y Barcelona se quedaran con la otra. Intentando ser neutro no podría afrirmar nada. Me quedo con que no son manos porque en "mi toma favorita" se ve que impacta en el muslo y en la otra toma y parada la imagen justo en el momento del impacto, el brazo de Ramos parece que está por detrás del muslo (observen la mano en relación a la rodilla) por lo que añadiendo la altura del esférico, diría que impacta en la pierna. Aún así reconozco que tanto si lo hubiera pitado, como si no, la polémica está servida, pues ambos "bandos" tienen motivos para defender sus posturas.
Anteriormente se reclamaron otras manos de Xabi Alonso en el área blanca (roja en este caso), pero en esta no hay duda posible y son completamente involuntarias tras venir el balón rebotado de su propio pié.
Fue un gran partido, no vistoso pero si entretenido, de esos que aunque tuvieras muchas ganas de ir al baño no lo harías porque estabas convencido que en cuanto dejaras de mirar la tele algo iba a pasar. Una pena que al final haya quedado en la retina más la polémica que el partido en sí.
Para finalizar decir que el partido fue tan intenso y con un nivel tan alto de desgaste, que no me sorprendería que los nuestros pagaran el plato en el partido de este miércoles contra los rusos en la competición europea. Esperemos que no, pero la paliza física fue importante.
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