Tras unos primeros 30 minutos de los blancos que podrían calificarse como sublimes, apareció una grave enfermedad que inunda el mundo del fútbol llamada "barzalonitis", pero déjenme que se lo explique por partes y añada una egoista conclusión.
Primeros 30 minutos:
¿Sublimes dije antes?. Se queda corto, el Real Madrid fue un vendaval, maniató al Villarreal (daré por hecho que en la prensa "afín" y por supuesto en la "sin fin de estupideces", dirán que el Madrid fue bueno porque el Villarreal les dejó hacer y demás pamplinas) que no pudo hacer nada por evitarlo, le encerró en su campo, cuando no en su área, y se me antoja que el 3-0 fue escaso. Además habría que tener en cuenta que antes del primero de Benzema en el minuto 5, anularon un gol a Sergio Ramos.
Las ocasiones se sucedían sin prisa pero sin pausa. El dominio era absoluto y el Villarreal no salía literalmente de su campo. La presión de los madridistas era espectacular y las recuperaciones de balón asombrosas por la velocidad y forma en que sucedían.
También fue en aumento la brusquedad de los jugadores del equipo levantino, llegando, ya en la segunda parte, a agredir sin miramiento a los blancos.
Por pura inercia y merecimiento los goles fueron llegando, el primero tras un magnífico pase a Benzema que controló con el pecho y cuando todos pensábamos que se le había ido un poco ese control... metió la puntera superando por alto al portero. Pocos minutos después llegó el gol de Kaká con un tiro ajustado al palo derecho tirado con su "pierna mala". Finalmente en lo que a goles se refiere y tras varias ocasiones marradas y buenas paradas de Diego López, llegó el ya clásico, fulminante y soberbio contra-golpe madridista, que en escasos segundos y con apenas 6 ó 7 toques, se plantó en el área rival tras un maravilloso pase de Benzema a Dí María, que llevaba buscando el gol todo el partido, y que en esta ocasión definió a la perfección ante la salida del portero del Villarreal.
Hasta aquí todo maravilloso, espléndido; daba igual que lloviera (la verdad, no mucho), en ese momento sólo brillaba el sol, el sol del Real Madrid.
Del minuto 30 al 46 (primeros síntomas de fiebre):
Deduzco, creo y estoy casi seguro que los blancos se relajaron y les empecé a notar como ciertos colores se les subía a la cabeza, me estaba preocupando. Dominaban, tocaban y tocaban, pero no profundizaban nada. Más preocupante aún fue que ocurrió de golpe, no hubo una pequeña fase de transición hacia el "ostracismo deportivo", apareció sin previo aviso y de manera brutal. Estaba atónito si, mucho pasecito de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, de atrás a delante (pero tampoco mucho) y de delante atrás. ¿Dónde había yo visto esto antes?. Ah!, sí, en el "maravilloso y espléndido" Barza.
En ese momento todavía no era consciente de la que se nos venía encima y mientras el Madrid se dedicaba a "maravillar" al mundo con su excelso juego de toque y mareo al contrario, yo me entretenía recordando los 30 minutos anteriores en que un "mediocre y siempre por detrás del espectacular juego azulgrana" Madrid, había vapuleado al Villarreal.
Segunda parte entera (malitos, los nuestros se pusieron muy malitos):
Mis peores augurios se habían confirmado, los nuestros parecieron "barzalonitis aguda galopante". Apenas un par de aproximaciones en toda la segunda parte, dominamos de cabo a rabo, no dejamos hacer nada al Villarreal, pero aburríamos a las ovejas. Por un momento sentí pena de los aficionados blaugranas, de hecho siempre me han dado pena, pero esta vez era más afable, más de lástima. Y es que si para ellos y un 99% de los periodistas esto es fútbol espectáculo, fútbol total y estupideces de ese tipo..., ya no sólo necesitan ayuda psiquiátrica, sino también ir al oftalmólogo. Era infumable, mucho fútbol control, mucho pasecito, mucho toquecito, mucho mover el balón de aquí para allá... menos hacia donde tenía que dirigirse, hacia la portería contraria. Como he dicho antes sólo dos aproximaciones, una por el mero hecho de ver el pase de Benzema al hueco entre tres contrarios (ríanse a carcajada limpia de su pase en el tercer gol en comparación a éste) ya casi hizo merecer la pena de estar ahí, pero no, no compensaba. Y yo seguía pensando: "animalitos" míos los azulgranas, yo creo que los que van a ver al barza, más que una entrada para un evento deportivo, alquilaban una habitación de un motel de carretera para dormir. Aunque he de reconocer, como ya he dicho en este blog, que el Barcelona de este año es distinto, busca mucho más el ataque, ataca infinitamente más, pero curiosamente no tienen ahora la suerte de los dos últimos años en que en 4 aproximaciones hacía 3´9 goles gracias a su (cog, cog, que tos más tonta me ha dado) "gran juego".
Iban pasando los minutos y mi modorra iba en aumento. Mi mente de vez en cuando viajaba a los primeros 30 minutos de ese increíblemente mismo partido.
Ya empecé a sentir dolor de cuello por mis continuos movimientos de cabeza de derecha a izquierda siguiendo al balón, a lo que se sumaba el entumecimiento de los huesos por una continua, aunque escasa lluvia. Y creo que por primera vez en mi vida estando ganando nuestro equipo, miré el reloj del estadio para ver cuanto tiempo quedaba hasta el final. Cuanto más debía de aguantar tal soporífero espectáculo y encima pensando que todavía me quedaba más de hora y media hasta llegar a mi casa una vez finalice.
A destacar de la segunda parte..., nada, el pase de Benzema, nuestro absoluto aunque a mi juicio triste control del juego, la brutalidad del Villarreal (el 9 y sobretodo el 2 debieron de haber sido expulsados, el último tras una disputa con CR intentó pisarlo con gran brutalidad cuando éste estaba en el suelo, a lo que habría que añadir un par de acciones violentas más, aunque no del calibre de la descrita), y quizás que cambiaron a Xabi para que descansara 10 minutos, por cierto, en relación a los cambios..., seguiré esperando, porque siempre son los mismos y hay muy buenos jugadores en el banquillo que todavía o no han jugado, o han jugado mucho menos de lo que debieran.
Tendría que decir que si hubo algo entretenido durante la segunda mitad, y es que los de siempre, los únicos que animan en ese estadio medio muerto, si intentaron calentar el frío ambiente del campo provocando que todos los asistentes se involucraran haciendo cantar al fondo norte y gallinero, siendo un momento realmente para recordar cuando durante unos 40 segundos y como si de un partido de tenis se tratara, el grito de "p.ta barsa eoe!" pasó de uno a otro lado del campo.
Conclusión:
Entiendo que la temporada es muy larga, que hay que guardar fuerzas, que tampoco hay que abusar siempre de un rival, que ahora está de moda el fútbol coñazo, para otros fútbol total y muchas otras cosas más. Pero señores, yo soy del Real Madrid, soy de otra estirpe y por ello me parece paupérrimo, por lo coñazo, el "maravilloso" juego de los azulgranas. No quiero parecerme a esa lacra en nada y permítanme "el lujo" de exigir divertirme en el campo. Primero y como he dicho mil veces, porque el fútbol es y ha de ser un deporte y éste sirve, entre otras cosas, para pasar un buen rato. En segundo lugar, porque en mi caso concreto, me hago más de 160 kilómetros en coche, a los que habría que añadir el recorrido en metro cada vez que voy a ver al equipo de mi corazón, muchos partidos como éste son a las 22:00 horas, llegando a mi casa sobre la 01:30 y teniendo que ir al día siguiente al trabajo, levantándome a las 05:30 horas. Y en tercer lugar y porque no decirlo, pago un pastón de mi sueldo, quitándomelo de otras cosas, para poder disfrutar de esta pasión que siento por el Real Madrid.
Soy consciente que es probable que si este año ganamos algo (estoy convencido de ello), puede que en parte sea por esa gestión del juego que los nuestros están haciendo, y que entonces ni me acordaré de esta segunda parte, ni de las que vendrán, del frío y la lluvia que aguante ni de las que tendré que aguantar, de..., pero por favor, haced lo que queráis o lo que podáis, no os matéis, gestionar los partidos como queráis, si tenéis un mal día mala suerte, si el rival es superior... pues que le vamos a hacer. ¿Pero cómo el barza?, eso nunca. Yo voy a ver al equipo de mis sueños, voy a ver al Real Madrid. No voy, ni quiero ir a dormir. Yo elijo el Yin, que el barza se quede con el Yang.
Dios mío que equipazo HASTA EL FINAL VAMOS REAL
ResponderEliminarUn saludo
Totalmente de acuerdo. Si ser tiene un equipazo hay que ir a por el ying!
ResponderEliminarSaludos desde La Escuadra de Mago