24 abr 2014

LA OREJA DE JENKINS.

    España y los españoles somos así. Nos conocemos prácticamente al dedillo (gracias a la propaganda "fílmica" americana) la historia de esa neo-nación y desconocemos la nuestra. Somos capaces de alabar por la propaganda anteriormente expuesta a un asesino, demente y borracho como el general Custer. Pero preguntamos a cualquier madrileño, por poner un ejemplo, quién es Guzmán el Bueno, y la inmensa mayoría contestarán que es una estación de metro.
    La historia de España está llena de gestas inverosímiles, de épica gloriosa, de héroes homéricos. Historias que de tener algo parecido a Hollywood, y realizando películas en estricto orden cronológico, a día de hoy empezarían a filmar sobre las guerras cántabras y Corocota.
   Una de las millones de gestas desconocidas en nuestra historia fue la llamada "Guerra de la Oreja de Jenkins". Esto no es un blog de historia, ni pretende serlo, pero viene a cuento porque en ese hecho los ingleses tenían tan superioridad numérica (como acostumbraban, pocas veces atacaron algo sin saberse superiores y pocas veces ganaron, por mucho que lo único que hayan vendido sea la, por otra parte, magnífica victoria que tuvieron en Trafalgar), que incluso el rey inglés acuñó monedas celebrando la victoria con el Almirante D. Blas de Lezo arrodillado rindiéndose a sus huestes. Si no me equivoco y aunque no he leído eso exactamente en ningún libro, el real trasero de Su Real Majestad acabó rebosante de monedas. Sólo decir, y con esto acabo, que la flota mandada contra los españoles fue la segunda más numerosa de la historia, sólo detrás de la utilizada por los aliados en el Desembarco de Normandía. Esa flota inglesas se enfrentó a nada más y nada menos que 6 navios españoles. Ríanse ustedes de las Termópilas.    
     Ahora, en pleno siglo XXI, en fecha 23-04-2014, y especialmente orquestado desde "un país pequeñito, allá por el noreste de España", la fuerzas del Real Madrid se enfrentaban al "mejor equipo de Europa", porque entre otras cosas, está dirigido por un tal Pep. Ah!, y porque el año pasado les endosó a "los dioses" un contundente 7-0 en el cómputo general de la eliminatoria.
    No se acuñaron monedas, pero si miles de panfletos jactándose de la paliza que los alemanes iban a meter al Madrid.
    Pero empezó la batalla..., y los fanzines ahora mismo estarán entrando por las no tan Reales posaderas de sus editores y lectores.
    Por mucho que les duela, el Real Madrid fue un justo vencedor. Jugó con dos sistemas, más bien, con dos aptitudes completamente distintas según la primera o segunda parte. En la primera excesivamente cerrados y con una verticalidad prodigiosa. En la segunda, adelantando notablemente las líneas y con mayor fútbol control, aunque desapareciendo prácticamente la verticalidad. Para mi, lo ideal, una mezcla de ambas formas, como en pretemporada. Pero esa es otra historia.
    Por su parte, el Bayern fue demasiado Barza de Pep, control inoperante... y creo recordar que también un poco de control inoperante. Bueno, reconozco que es algo más ofensivo que el que tenían los catalanes, pues ese "futbol control" está más próximo al área rival que el que tenía ese "maravilloso barza", cuyo "magnífico tiki-taka" se realizaba entre su propio campo y el centro. Ahora bien, que ese toque se realice más próximo al área rival, no significa que vayan a pisar esa zona, pues salvo los corners y un tiro de Götze finalizando el encuentro..., en ningún otro momento la pisaron con peligro.
    El resultado final fue corto y no tengo ninguna duda que nos arrepentiremos de ello. Lo marrado por CR7 y Dí María tendrá graves consecuencias. Y el juego de Bale y nuevamente el argentino, también las tendrá.
    Sé que fueron los héroes de la final de la Copa del Rey, pero durante ese partido y muchos otros anteriormente, los hubiera bajado al Madrid C. Bale es un chupón y eso es imperdonable en un equipo como el nuestro. Lo siento galés, estás en un sitio en el que tu no eres la única estrella, y de haber hecho una cuarta parte de lo que realmente deberías hacer y te hubieras apoyado más en tus compañeros, no habría sido necesario tu magnífico gol a 5 minutos del final del partido en Valencia, ya que éste habría estado resuelto sobre el minuto 20. 
    Con Dí María tanto de lo mismo, pero con una salvedad. El argentino juega siempre acelarado. Se deja la piel en cada acción y eso es algo digno de mención y a destacar, especialmente en lo defensivo. En cambio en ataque.... Acaso este chico no puede pensar un poco?, no puede tranquilizarse un sólo segundo?. Ustedes vieron la ocasión fallada ayer?, si sólo tenía que colocarla, al segundo o primer palo, todo, menos un balonazo por alto. Cuando centra igual, la idea es buena, bien dirigidos,.. pero pedradas en casi todos los casos. Y cuando le viene la vena individualista..., tiene a varios compañeros desmarcados y en mejor posición... y a él le da por regatear a todo dios, perdiendo el balón como es lógico. 
     Llevo meses odiando y amando por igual tanto al galés como al argentino (por muy sagrados que sean por vestir la camiseta blanca). Con un poco menos de individualismo..., sólo los amaría. 
     Igualmente, con un poco menos de egocentrismo, ya seríamos campeones de liga... y se podría decir que virtualmente estaríamos clasificados para la final de la Copa de Europa con una ventaja de 3 ó 4 goles. Siendo como son y como han sido... la situación está más que complicada. 
     Pero de verdad, todo habrá merecido la pena. Y lo habrá merecido sólo por ver la cara del "senyor" Guardiola y como su caballerosidad vuelve a quedar en entredicho porque le han mojado la oreja. Sus gestitos, ironía y estupidez suprema le delatan nuevamente por muy cegados que estén todos los medios de información en general y la catalana en especial, aunque bueno, ellos son iguales.
    También habrá merecido la pena porque todo hace indicar que en España la gente de bien se está empezando a dar cuenta que el fútbol que realizaba el barza era un bodrio, infumable y aburrido. Que apestaba y que sólo sirve para sustituir al contar ovejas para dormir a un niño. Algo que desde el propio club alemán saben de sobra y hasta sus viejas glorias, ahora directivos del Bayern, repiten hasta la saciedad prácticamente desde los primeros entrenamientos del catalán.
     Queda un asalto más. Sólo uno para la gran final. Será como la batalla de Mühlberg o nos pasará lo mismo que en Innsbruck?. Y en caso que sea esto último, quién nos traicionara?.
      Yo espero que sea una gesta, una nueva épica a nuestra gloriosa historia. 
      Pase lo que pase. Por y para siempre, Hala Madrid!.

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