17 jun 2014

HECATOMBE.

   
    2 semanas, 2, he tenido que esperar para poder escribir esto. Mi decepción es de tal magnitud que no pude escribirlo antes por temor a lo que pudiera poner. Es tal mi desolación, que les puedo asegurar que ni la ansiada décima junto a la Copa de S.M el Rey sirve ni servirá para compensar el desgraciado descenso del Real Madrid Castilla.
   Pero de esta desgraciada situación lo que más me molesta, lo que más me hace hervir la sangre, es que todo ha sido consecuencia de la nefasta planificación de nuestro club. De su dejadez, torpeza e ignominia.
    Es verdaderamente vergonzoso que un magnífico equipo que de un año a otro no sólo pierde la columna vertebral (Jesé, Morata, Ález Fernández,...), sino también sus miembros (Juanfran, Cheryshev,...), haya sido dejado a la deriva sin el menor atisbo de atención y abandonado sólo a su propia suerte.
   Suerte esquiva a tenor de lo observado en la primera vuelta con unos arbitrajes en contra tan escandalosos, que incluso en un par de ocasiones los entrenadores rivales aludieron a esa situación para explicar su triunfo. Apenas recuerdo un sólo partido de esa primera mitad de la temporada sin que el arbitro se inventara, repito, inventara, una expulsión y 1 ó 2 penaltis..., en el mejor de los arbitrajes sufridos. 
    Estas "parciales y no dirigidas" acciones en un equipo nuevo, con una media de edad de menos de 20 ó 21 años y sobretodo con un maravilloso entrenador al cual no hicieron caso en sus peticiones, es una losa muy dura de levantar.
    Toril, un entrenador con gran futuro en la casa y que ha elevado a límites insospechados a la cantera blanca, fue denostado y menospreciado por el club de su vida, por mi club, pues de las 5 peticiones que realizó a finales de la temporada pasada, el club le trajo la friolera de 0 jugadores. Lo advirtió y lo dijo hasta la saciedad. Me habéis quitado a mis jugadores (ley de vida en una cantera), necesito jugadores. Sólo pidió 5, todos más que asequibles. No le dieron ni las gracias. Y no sólo eso, sino que encima, cuando la situación deportiva era nefasta, le echaron de mala manera. Vergonzoso.
    Lo peor de todo es que el Castilla al bajar a 2ª B, arrastra al Real Madrid C, que ha hecho una más que notable temporada en esa categoría. Ni esos niños del "C" que se han dejado la piel contra hombres hechos y derechos, ni los chavalillos del Castilla, que hicieron lo propio en 2ª, no se merecen el desprecio de un club que dice, y sólo dice, que cuida de su cantera.
    Porque las cosas como son, las bajas del Castilla que se marcharon a otros equipos o subieron al primero, fueron ocupadas por maravillosos jugadores, con un potencial enorme, pero sin experiencia. Con una calidad sublime y muy por encima de la media de la de sus rivales, por mucho que éstos les sacaran cerca de 10 años de edad. Pero en el fútbol tanto vale la calidad como la picardía, experiencia y saber estar en situaciones complicadas. Y esto sólo se logra con la disputa de muchos, pero muchos partidos en la élite.
    Aún así las cosas, nada más cambiar de entrenador, y con alguna nueva incoorporación tan tardía como no deseada o solicitada (lo que elijan), por muy buenos que fueran, el Castilla empezó a obtener magníficos resultados (llegó a estar a más de una decena de puntos por debajo y nadie daba un duro por ellos) y no sólo salieron de los puestos de descenso, sino que de no haber existido la primera vuelta, serían los líderes destacados de la liga. 
    Pero lo dicho, se acercaban las últimas jornadas y los nervios empezaron a aflorar, unos nervios que debían ser domados por unos chavales. Otra vez llegaron los malos resultados, esta vez sin navajazos arbitrales, y la mala suerte resucitó en forma de muchos, pero muchos puntos perdidos en los minutos finales de los encuentros. Saben alguno de ustedes el significado y sobretodo las consecuencias de tener experiencia?.
    Daba igual para el devenir final lo bueno que fueran Burgui, Pacheco, Llorente, Noblejas, Lucas Vazquez, Casado, José Rodríguez, Mascarell, Lucas, De Tomás, Sobrino,..., todos, todos y cada uno de ellos. Son jugadores que más pronto que tarde darán mucho que hablar en grandes clubs. Tiempo al tiempo. 
     Y daba igual porque el fútbol es un deporte injusto. Y más cuando desde tu propio club te han puesto la zancadilla.