29 jul 2015

HACIENDO ENEMIGOS.

    Antes de nada, aclarar que esto sólo es fútbol. Un deporte. Un sentimiento. Por las mismas aclarar, que cada cual puede tener su versión e interpretación y por lo tanto, opinión. Y para finalizar, que os quiero mucho, penséis lo que penséis... y no quiero morir!!!!!!!.
    E iniciado así esta entrada por el temor a las reacciones que puedan resultar de lo que a continuación voy a relatar, porque como casi siempre, nadie estará conforme e incluso puede, por la radicalización que ha tenido, tiene y tendrá este tema, que alguno se enfade conmigo. Espero que no.
   Ah!, qué a qué tema me refiero?, el tema Iker!.
   Tengo amigos, muy buenos amigos, situados en ambos extremos. Los "pro-Iker" y los "anti-Iker". Yo para variar, soy una mezcla de ambos, por lo tanto, no contentaré a ninguno y me llevaré sus iras.
   Lo "curioso" del caso es que ambos bandos coinciden a la perfección con los "pro-Mou" y "anti-Mou", lo que, se quiera o no, radicaliza aún más las posturas.
   De lo que no cabe duda alguna, por lo menos de cara a la mayor parte de la opinión pública, es que hubo un punto de inflexión en la vida de Iker en el club de su vida con la llegada del, para mí, y por favor, criticadme tras leerlo todo, mediocre entrenador portugués.
   Mediocre?. Pues sí. Sólo tengo una cosa que agradecerle, y quizás sea lo más importante que nadie hizo jamás por nuestro club en varios lustros. Devolver al aficionado blanco el orgullo de pertenecer a este club y más importante aún, el luchar por el. Llevábamos varios años como muertos vivientes, viendo sin ninguna reacción como el Real Madrid era vilipendiado por todas las instituciones deportivas (nacionales y extranjeras), quedando todo perfectamente reflejado en el colectivo arbitral y su persecución hacia todo lo relacionado con lo blanco, o mejor dicho, sus, por decirlo de una manera muy suave, escandalosos arbitrajes a favor de un equipo que de momento no voy a mentar.
    Llegó el señor Mourinho y empezó a abrirnos los ojos y a acaudillarnos contra las injusticias y caciquismos sufridos..., y que nos quedarían por sufrir. Pero ya no de una manera sumisa. Nunca más de rodillas. Con él empezó nuestra justa rebelión.
    Pero paradójicamente con él también se inició el cisma interno dentro del club, que a la larga desembocó en la escisión de lo que sólo él logró unir. Iker sólo fue, con o sin motivos, un arma.
    En lo deportivo, el portugués no dio la talla..., ni de lejos. Y no me refiero a los triunfos y torneos, no. Me refiero a algo menos tangible, más espiritual.
   Sobre lo primero hay que reconocer que el portugués padeció, como el resto de sus huestes, los arbitrajes más injustos y escandalosos que se puedan recordar. Y no es que fuera un arbitraje claramente en contra, es que fueron todos los que disputaron contra cierto rival que prefiero no mentar. Contra eso, poco o nada se puede hacer y sinceramente, de haber justicia, esas misteriosas decisiones arbitrales parciales debían haber terminado en la Audiencia Nacional. Pero ellos están para cosas más imporates.
    Ahora bien, esto no es excusa para reconocer que sólo con el entrenador portugués al mando, he llegado a sentir vergüenza con los nuestros. Vergüenza con los rastreros y cobardes planteamientos que el señor Mou hizo en sus primeros enfrentamientos contra ese equipo. Nada más contrario e insultante para nuestra historia. Somos el Real Madrid, y eso es algo que creo que nunca llegó a comprender el endiosado entrenador. Es verdad, insisto, en que aún jugando de esa manera tan lamentable y ruín por orden y gracia del portugués, fueron necesarias malas artes, argucias, engaños y complicidad arbitral para que nos derrotaran, pero eso es lo de menos. Nuestra imagen fue patética. Y no porque tuviéramos mala suerte, porque el rival fuera mejor, porque no salían las cosas,..., no. Fue por los aberrantes planteamientos del que se suponía, mejor entrandor. Nos trató y retrató como si fuéramos un equipo pequeño. Como si debiéramos temer a nuestros principales rivales. Peor aún, como si debiéramos ser su esparring. Nunca le podré perdonar semejante humillación al señor Mourinho. Nunca.
    Sorprendentemente, en la final de la Copa del Rey en Valencia, nos dejó a todos boquiabiertos con su "valiente" planteamiento y el resultado creo que es conocido por todos. Ganamos la final y fuímos superiores. Lo gracioso del asunto es que Mou no fue valiente, simplemente les jugamos de tú a tú, y salvo en la segunda parte, les dimos un baño. Salimos como siempre debimos salir. siendo los portadores del escudo más glorioso de la historia del fútbol. Sin vergüenza, con orgullo y reconociéndose como son, los más grandes ganemos o perdamos, que no siempre lo uno va unido a lo otro.
     Este partido fue un punto de inflexión, por lo menos en los encuentros contra los repelentes, y ya nunca agachamos más la mirada ante su presencia. Pero contra las polémicas decisiones del colectivo arbitral..., apenas nada se podía hacer.
    Pero fue entonces cuando se desató la polémica interna. Hay un viejo dicho que dice "divide y vencerás". Pues este "gran estratega" dividió, si que lo hizo, pero a su propio equipo... y afición. La derrota estaba asegurada. Curioso que el mismo que nos devolvió el orgullo, sea el que nos partió en 2. Y todo, a raíz de lo que ha salido a la prensa (en caso de que fuera verdad), por supusiciones.
     Reconozco que como se diría en justicia, hay indicios racionales para poder pensar que fue Iker el que filtraba información relevante a los medios. Pero eso no asegura su autoría. Y fue él el que pagó unos platos rotos..., cuando quizás no pasara ni por la cocina.
     La tensión fue en aumento y la fragmentación del vestuario y la grada rozó la tragedia. Cualquier paupérrimo mando del ejército más triste del mundo conoce ese dicho. Al parecer Muo no. Y si lo conoce, se equivocó de dirección.
    A día de hoy la grada, y parte de la plantilla, sigue arrastrando el mal hacer del actual entrenador del Chelsea. Que por cierto, tras liarla tanto en este caso, era un poco lamentable ver como poco a poco y con total descaro, iba mandando señales de que a la menor de cambio, "nos iba a dejar tirado" buscando pisos en su amado Londres.
    En el otro lado de la balanza, Iker. Cualquier lector de este blog habrá leído en infinidad de veces y desde hace muchos años como he puesto "a caer de un burro" al hasta hace poco capitán del Real Madrid. Y le he puesto verde porque por alto era un portero mediocre (y me quedo corto), y a la hora de sacar el balón o pasarlo...., simplemente lamentable. Sobre el resto, rozaba la matrícula de honor. El problema principal radicaba en que históricamente, justo nuestros mayores problemas los teníamos en esas dos facetas. Sacar el balón desde atrás y las jugadas defensivas, y también ofensivas, por alto.
    Reconozco que tampoco hacía mucho bien al equipo sus contínuos "gestitos" durante los partidos y especialmente cuando había algún error. Pero esto quizás sea otra historia.
     Pero a pesar de sus errores, fue él, y sólo él quién nos hizo, con la selección, campeones de Europa por 2 veces y campeones del mundo. Repito, fue sólo él. Porque apartando un poco nuestro chominismo, y a pesar de la alegría que eso supuso, sinceramente, que una campeona del mundo y Europa lo sea gracias a que su mejor jugador ha sido en TODOS los partidos su portero..., dice muy poco y hace que los campeonatos obtenidos por los italianos suenen a gran fútbol.
    No hubo un sólo encuentro en que no fuera la estrella. Que sí, que como Iniesta metió el golito él se ha llevado casi todos los laureles, pero de no ser por Casillas, en ese momento iríamos perdiendo mínimo, por 2-0. En semis tanto de lo mismo con el gol de Pujol contra alemania, en cuartos...., y así 1 por 1 en todos y cada 1 de los encuentros disputados en las eurocopas y mundial. España ganó esas tres grandes competiciones por 3 motivos: No lo hizo mal; se enfrentó a grandes equipos en transición-renovación o decadencia; y por Iker. Dejémonos de patriotismos baratos y comparen ustedes como ha ganado el último Mundial Alemania, y como lo ganamos nosotros.
    Que Casillas habrá cometido muchos errores, de eso no me cabe duda. Que quizás, y digo quizás, fuera "el topo", cabe la posibilidad y merece un tirón de orejas. Pero que un hombre como él, que ha mamado madridismo desde que nació, fue expulsado y denostado por un señor que pasó con más pena que gloria durante el increíble y "duradero" periodo de 3 míseros años y lo que es peor, que ni sabe, ni ha sabido ni creo que sabrá en su pu.. vida que significa y representa el Real Madrid, no es menos cierto.
     Bajo mi humilde opinión, ambos tuvieron parte de culpa y parte de razón, pero el mayor damnificado ha sido aquel que por historia y sentimiento, menos debía haber sufrido.
   Sea como fuere, comprendo y comparto muchas cosas de, para nuestra desgracia, ambos bandos, por lo que de una manera u otra, me siento identificado con los dos.
   De todas formas hay un viejo refrán que dice "de fuera vendrán y de tu casa te echarán". Pues eso.