Soldado fue jugador de nuestra cantera y cuando subió al primer equipo me llevé una gran alegría, lo había visto en diversas ocasiones cuando vestía la camiseta del Real Madrid B y me gustaba, reconozco que no era mi jugador favorito de ese equipo, pero su talento de cara a portería era espectacular, como así está demostrando. A día de hoy lo considero que está entre los 3 ó 4 mejores delanteros de nuestro campeonato y me parece injusto que siga asistiendo a la selección D. Fernando Torres estando en su actual y duradero estado de forma, en vez del valencianista o el sevillista Negredo, entre otros.
Dicho esto, me parece bochornosa su patética y paupérrima actuación tras el encuentro. El resentimiento es muy acompañante, pues suele desembocar en odio irracional y estupidez suprema. En su momento consideré injusta su salida del Real Madrid, como he dicho le había seguido en el actual Castilla (nunca debió de dajar llamarse así), y sabía que no había mostrado su verdadero nivel, pero es la desgracia de ser canterano, a ellos no se les perdona nada y con ellos no se tiene paciencia alguna. Pero la realidad fue que salió de nuestro equipo y no hay que darle más vueltas. Acabó en el Valencia donde si está empezando a jugar a su verdadero nivel, pero por lo que parece, su cerebro está en Albacete con una mochila, lágrimas en los ojos y mirando hacia atrás esperando que alguien le pida que regrese.
Esto viene a cuento por la "famosa" jugada del penalty que se han inventado los valencianistas y las amebas catalanas. Puedo comprender que en el fútbol actual, en el que sólo vale ganar sea como sea, dentro del campo "presionara" al árbitro para que pitara algo a su favor, de hecho, con lo confuso y rápido de la jugada, incluso puede que realmente viera mano (más me sorprende que viendo la cantidad de jugadores que protestaron todos lo vieran, pero con los logros obtenidos de esa manera de sus vecinos norteños, no es de extrañar que lo imiten). Pero lo que no tiene perdón son sus declaraciones posteriores, quizás empujadas por su impotencia por no haber empatado y seguro realizadas por su resentimiento al Madrid. Patético, simplemente patético. Mencionar las manos de Albelda del partido del Bernabéu de la temporada anterior demuestran que muy calentito no iba y su cerebro algo funcionaba, pues en un momento de calentón, tu cerebro no está precisamente muy cuerdo. Que se inventara, o venga, que él viera "la mano" de Higuain y no viera las agresiones de Tino Costa y Jonas, el cuento tipo Alves de éste último, las memeces del "señor" Albelda, la tarjeta que debió ver Feghouli..., que cada falta de los blanco era tarjeta entre otras coas por sus patéticas actuaciones,... es como mínimo preocupante.
Pero pensándolo bien, Soldado sólo hace lo que ve, lo que le han enseñado desde que salió del club blanco: el resentimiento generalizado que lo grande provoca a lo pequeño.
Nuestro querido equipo lleva sufriendo las acciones y despropósitos de cuanto bellotero vive en el planeta fútbol, o simplemente lo rodea. El señor Lendoiro, por tres buenas temporadas, una copa del Rey y una liga ya se creyó que estaba a la altura de los hasta ahora únicos y verdaderos grandes españoles, el Madrid y el Barcelona. El en Valencia por una final europea y una liga... tanto de lo mismo, el señor Del Nido..., con menos, aún se cree más. Esto provoca comentarios fuera de lugar, exigencias económicas en fichajes imparciales, comparaciones estúpidas, egos sobredimensionados y una prensa tan radical y subnormal que asusta. El efecto "Sport" y "Mundo Deportivo" se extiende como la peor peste negra y la plebe, vulnerable e influenciable como pocas, se cree lo que ponen hasta la última coma.
Incluso el otro grande, los segundones eternos, en el mejor momento de su historia, tiene síntomas diarios de resentimiento galopante. Comentarios como el realizado por el señor "Lapuerta" cuando el Real Madrid fichó a CR tras un más que meritorio y casi justo triplete, el valorar más el 2-6 que sus triunfos, Eto´o, la manita de Piqué y su posterior uso por la directiva en propagandas infantiles, los comentarios de la plantilla y cabezas visibles de los barcelonistas, sus ya de por sí lamentables en condiciones "normales" y exagerados contra los nuestros, abusos en malas artes y logros en confusiones arbitrales, su incesante y conseguida búsqueda de apoyos de Villar, Platini y demás "honorables" personajes, el balonazo del dopado al aficionado madridista, su exceso de testosterona y reconocidos mejores partidos que juegan y desean jugar contra el Madrid y no el resto,...
Lo dicho, resentimiento, ese sufrido sentimiento cuyas consecuencias paga el Madrid por los acomplejados y segundones de turno.
Ampliación en 2 puntos:
1- Han pasado casi 4 días y todavía ciertos personajes insisten en "las manos" de Higuain. No lo entiendo, quédense con las imágenes que quieran, las confusas mostradas por los medios afines a la estupidez o la superior-trasera y frontal en la que claramente se ve que no toca en la mano-brazo, me da igual. Ahora utilicen sus bastos o simples conocimientos en trigonometría y analicen. Desde donde viene el balón y la velocidad y altura que lleva, si hubiera impactado contra el brazo el balón hubiera ido en cualquier dirección (probablemente regresaría en dirección a su primera trayectoria o hacia las piernas del Pipita), menos hacia el corner. Para ir ahí necesariamente ha de impactar con un cuerpo cuya inclinación, situación o forma hicieran rebotar el balón con ese ángulo, y esa zona no es otra que el lateral-costillar-pecho del 20 madridista).
2- Me quito el sombrero, la cabellera y mi escaso cerebro ante las palabras de Emery en Relación al partido en general y a Mou en particular. Honrado y sincero, cualidades ausentes en el fútbol español.
Ampliación en 2 puntos:
1- Han pasado casi 4 días y todavía ciertos personajes insisten en "las manos" de Higuain. No lo entiendo, quédense con las imágenes que quieran, las confusas mostradas por los medios afines a la estupidez o la superior-trasera y frontal en la que claramente se ve que no toca en la mano-brazo, me da igual. Ahora utilicen sus bastos o simples conocimientos en trigonometría y analicen. Desde donde viene el balón y la velocidad y altura que lleva, si hubiera impactado contra el brazo el balón hubiera ido en cualquier dirección (probablemente regresaría en dirección a su primera trayectoria o hacia las piernas del Pipita), menos hacia el corner. Para ir ahí necesariamente ha de impactar con un cuerpo cuya inclinación, situación o forma hicieran rebotar el balón con ese ángulo, y esa zona no es otra que el lateral-costillar-pecho del 20 madridista).
2- Me quito el sombrero, la cabellera y mi escaso cerebro ante las palabras de Emery en Relación al partido en general y a Mou en particular. Honrado y sincero, cualidades ausentes en el fútbol español.
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