No me gustó nada nuestro juego. Hizo lo que pudo el Rayo que se llevó un castigo excesivo y tampoco me gustó el árbitro.
Lo único decente para nuestros intereses fueron los 3 puntos y alguna jugada de mérito. Nada más.
Por parte del Rayo lo más destacado fue Rubén (su portero) y una doble ocasión que primero desbarató Casillas y luego Xabi Alonso. No obstante hay que reconocerle valentía al equipo rayista. En todo momento lo intentó, aunque rara vez lo consiguió.
Mientras tanto los nuestros abusaron el demasía de los balones largos, aunque no tanto como en partidos anteriores. Algo es algo. También se notó una excesiva tendencia a atacar por la banda izquierda, dando cierta facilidad a la defensa vallecana, pues sabía que el 90 % de los ataques irían por esa banda..., si bien ni aún así pudieron pararlos.
Y por esta zona del campo fue por donde llegó nuestro primer gol, gran contra que finalizó Benzema tras magistral pase de Dí María. Era nuestra tercera ocasión y el partido pintaba bien. Bueno, realmente no tan bien, pues el árbitro sacaba tarjetas incoherentes a diestro y siniestro. A Essien injustamente y a Arbeloa por una mano que como mucho es sólo falta.
Si el fútbol fuera sólo ocasiones, el resultado en la primera parte si podría haber sido un claro y justo 1-3. Pero hay más, mucho más tras un partido. El problema es que pocas cosas de esas se encontraron por el campo, especialmente en nuestras filas. Por momentos parecían dejarse dominar, para tener 5 minutos más o menos brillantes, para volver a deambular por el campo. Nada nuevo esta temporada y desde luego algo que a mí no me agrada. Es desconcertante. Lo bueno es que parece ser que también lo es para el rival.
Siendo justos diré que defensivamente mejoramos en relación al anterior partido liguero, pues como he dicho las filas rayistas lo intentaban, pero no acababan de conseguirlo en gran medida por el buen hacer defensivo madridistas. En el partido del año pasado crearon mucho más peligro y su derrota fue injusta. En este en cambio la victoria blanca fue merecida, aunque realmente poco hiciéramos de manera aceptable.
La segunda parte fue un calco de la primera, quizás subimos unas décimas nuestro juego y por lo menos intentamos controlar un poco más el partido, otra cosa es que realmente lo consiguiéramos. Conforme más pasaban los minutos y más se cansaba el Rayo mejor empezamos a mover el balón y más ocasiones generamos. La velocidad con la que movíamos el balón fue mayor y ya si que hicimos estéril, la otrora casi improductiva presión rayista.
Además, al equipo vallecano se le acababa el tiempo y no le quedó otra que subir las líneas, con lo que los huecos en su defensa aumentaron a la vez que el Madrid. Con mayores huecos, mejor desplazamiento de balón y mayor velocidad y precisión sólo hacía falta seguir la corriente para que llegara el resultado. Y éste apareció en forma de penalti. Un penalti que por mucho que venga en el reglamento yo no hubiera pitado. Si es verdad que levantó la mano mientras se desplazaba por el suelo desviando la trayectoria del esférico, pero señores, es extremadamente complicado lanzarse al suelo con ambas manos pegadas al cuerpo. Penalti por reglamento..., de un reglamento que debiera revisarse. De todas formas reconozco que ante la duda de si tenía intención real de tocarla con la mano o no, lo normal es pensar que sí y más teniendo en cuenta la picardía reinante en este mundillo. Complicada tarea ésta.
Lo que ya no es tan complicado e incluso asusta fue el gol que nos anularon por falta previa. Existe y se debe aplicar la ley de la ventaja, una ventaja en este caso tan clara que deja sin excusa alguna al árbitro y sin explicación posible que el gol fuera anulado. También "nos quitaron" otro de Özil, si bien no estoy tan seguro que estuviera en línea con el defensa, pero en este hay más dudas y el error arbitral, caso de existir, mucho más comprensible.
Creo que de todas formas debíamos de estar contentos, pues contra todo pronóstico, no encajamos un sólo gol y eso que ellos disfrutaron de alguna jugada a balón parado. Todo un logro de los nuestros.
Y poco más que decir, 0-2 contra un rival con el que el año pasado lo pasamos realmente mal. 3 importantes puntos y los jugadores y el entrenador buscando un fusible que desde que acabó la temporada pasada alguien nos ha robado. Que vuelva la verdadera luz blanca pronto!.
La segunda parte fue un calco de la primera, quizás subimos unas décimas nuestro juego y por lo menos intentamos controlar un poco más el partido, otra cosa es que realmente lo consiguiéramos. Conforme más pasaban los minutos y más se cansaba el Rayo mejor empezamos a mover el balón y más ocasiones generamos. La velocidad con la que movíamos el balón fue mayor y ya si que hicimos estéril, la otrora casi improductiva presión rayista.
Además, al equipo vallecano se le acababa el tiempo y no le quedó otra que subir las líneas, con lo que los huecos en su defensa aumentaron a la vez que el Madrid. Con mayores huecos, mejor desplazamiento de balón y mayor velocidad y precisión sólo hacía falta seguir la corriente para que llegara el resultado. Y éste apareció en forma de penalti. Un penalti que por mucho que venga en el reglamento yo no hubiera pitado. Si es verdad que levantó la mano mientras se desplazaba por el suelo desviando la trayectoria del esférico, pero señores, es extremadamente complicado lanzarse al suelo con ambas manos pegadas al cuerpo. Penalti por reglamento..., de un reglamento que debiera revisarse. De todas formas reconozco que ante la duda de si tenía intención real de tocarla con la mano o no, lo normal es pensar que sí y más teniendo en cuenta la picardía reinante en este mundillo. Complicada tarea ésta.
Lo que ya no es tan complicado e incluso asusta fue el gol que nos anularon por falta previa. Existe y se debe aplicar la ley de la ventaja, una ventaja en este caso tan clara que deja sin excusa alguna al árbitro y sin explicación posible que el gol fuera anulado. También "nos quitaron" otro de Özil, si bien no estoy tan seguro que estuviera en línea con el defensa, pero en este hay más dudas y el error arbitral, caso de existir, mucho más comprensible.
Creo que de todas formas debíamos de estar contentos, pues contra todo pronóstico, no encajamos un sólo gol y eso que ellos disfrutaron de alguna jugada a balón parado. Todo un logro de los nuestros.
Y poco más que decir, 0-2 contra un rival con el que el año pasado lo pasamos realmente mal. 3 importantes puntos y los jugadores y el entrenador buscando un fusible que desde que acabó la temporada pasada alguien nos ha robado. Que vuelva la verdadera luz blanca pronto!.
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