Lo he dicho y si es necesario lo volveré a repetir, el Barcelona ganó de manera justa si hablamos del cómputo general del partido, pero hubo factores que influyeron en momentos puntuales y que condicionaron el encuentro.
Pero bueno, empecemos por el principio. En la tarde-noche nos la prometíamos felices, nos volvimos a juntar "los locos de la final de Valencia" y eso nos daba buenas sensaciones. Mientras "calentábamos" y esperábamos a entrar en el campo, apareció el autobús de los nuestros y nuestras gargantas se hicieron una junto a las de unas 6000 personas más que había por los alrededores, para explicar a los jugadores que no estaban solos. Si, lloviznaba un poco, pero ni la mayor de las tormentas podría parar ese mensaje, ese apoyo, esa unión.
El tiempo pasaba rápidamente y llegó el momento de entrar al campo. Apenas faltaban 25 minutos y ambos equipos estaban ya calentando sobre el césped. Esos 25 minutos pasaron rapidísimo y sin apenas darme cuenta estaba levantando la cartulina para hacer el tifo del fondo sur, uno de los antiguos escudos de nuestro glorioso club.
Ahora sí, el Barcelona cogió las riendas y la balanza se inclinó definitivamente hacia su lado. No obstante el Madrid, anárquicamente, lo siguió intentado y creó como mínimo las mismas ocasiones que los barcelonistas. De hecho su tercer gol vino tras un clarísimo cabezazo de CR, sólo ante Valdés, y que incluso le quitó el balón a un mejor posicionado Benzema, que pasó rozando el palo derecho del portero azulgrana. Sacó éste, jugada por la derecha, magnífico centro al segundo palo de Casillas... y gol de Cesc, con un escorzo casi imposible y en una posición infinitamente peor que la ocasión del portugués, pero gol. Del 2-2 al 1-3 en unos segunos. Barza en estado puro pero sin árbitro, quiero volver a insistir en ello. El Barcelona siguió dominando el encuentro y creando alguna que otra ocasión, pero los nuestros no se rendían y seguían intentando resucitar. Otras dos claras, clarísmas ocasiones marramos, una de Benzema que se fue lamiendo el póster y que perfectamente podría haber rematado a las mallas "El Pipita" de no ser por un par de centímetros que le faltaron y que si llega a haber sido en el área blanca, no me cabe ninguna duda que un trozo de césped hubiera salido desprendido de la bota del jugador barcelonista y tras impactar con el balón lo hubiera desviado a gol. Y otra buena jugada por la banda de Kaká que tras tirar, rebota el balón en el brazo de Valdés, paseándose por toda la portería y como no, sin entrar en ella. Con esta acción prácticamente acabó un partido cuyo justo vencedor fue el Barcelona, cuyo resultado se me antoja exagerado por el número de ocasiones de uno y otro, y cuya flor en el culo les está dejando cierto orificio como un bebedero de patos. No obstante, enhorabuena. Tras varios años y muchísimos partidos, abierta y sinceramente lo puedo decir, felicidades F.C. Barcelona, por fin nos habéis ganado.
Ya finalizado el encuentro, regresando hacia el coche y divagando mil y una ideas y extraños pensamientos que se me pasaban por la cabeza, pensé en que diría "Mou" en la rueda de prensa y lo único coherente que se me ocurría era que parafrasearía una frase célebre de Felipe II que en1588 dijo: "Yo no envié mis barcos a luchar contra los elementos". Mou finalmente no lo dijo, aunque si mencionó que la suerte fue determinante y estoy de acuerdo con él, pero en esta afirmación hay un pequeño matiz que nadie dice, la suerte hay que buscarla. Ya no sólo hablo de los goles y ocasiones, hablo de lances normales del encuentro, calculo que el 99% de los rebotes caían en los pies azulgranas y no hablo precisamente de estar mejor o peor colocado, que en ocasiones también. Me refiero a acciones como que un madridista intente quitarle el balón a uno del barsa y lo logre, o lo hace limpiamente (cuando no les pitan falta, que esa es otra) o como haya rebote, que los azulgranas estén tranquilos, el balón volverá a él o caerá junto a otro que pasaba por ahí, es increíble. ¿Qué cómo se logra esto?. Realmente no lo sé, pero desde que acabó el partido llevo dándole vueltas y lo único medianamente razonable que se me ocurre es la confianza. La confianza te da seguridad y te hace creer en tí y en que lo que haces saldrá bien. Quizás ese minúsculo empuje de optimismo sea el que provoque que esos rebotes les favorezcan, que metan la pierna ese milímetro de más que el balón necesitaba para ir a la derecha en vez de enfrente, para que la rodilla esté con la inclinación justa que haga que el balón se quede en sus pies en vez de unos metros más allá como debería haber sido,... no sé, son divagaciones, intento explicar lo inexplicable.
Volviendo a la realidad he de decir (soy uno de esos 25 millones de entrenadores que tiene España) que no me gustó la posición de Coentrao en la banda, prácticamente se lo comieron con patatas y pocas cosas destacables positivas hizo, por no decir ninguna. La mayor parte del tiempo fue un coladero y yo particularmente hubiera colocado ahí a Lass a falta de Arbeloa, situando en el centro a Khedira. También me pareció que Benzema jugó demasiado escorado a la banda, pero bueno, qué fácil es ser entrenador una vez acabado el partido.
Como empecé hablando de lo que la prensa ha dicho, también me meteré con ella por lo que insinúa, que como casi todo lo que dice, es a todas luces incorrecto. Con los partidos es resultadista y con las personas..., imaginativa y sensacionalista. Como ya he explicado en varios post, cierto sector del Bernabéu en el que me incluyo y poco a poco más numeroso, estamos cansados de CR (el 7 nunca se lo pondré, es un número sagrado en nuestro club y él no se lo merece), pero no es porque falle ocasiones, a cualquiera le puede pasar eso (las dos de ayer fueron muy claras y cambiaron para mal el rumbo del partido), sino por su desidia defensiva y su excesivo egoísmo en según que ocasiones (precisamente y como he dicho, en las dos ocasiones claras de ayer Dí María estaba sólo a su derecha y en la asegunda Benzema justo detrás de él y con un remate más cómodo (por ir más bajo el balón)). Es intolerable que pierda el balón y proteste, ponga gestitos y no intente recuperaralo; peor aún es que el balón pase a escaso metro y medio suyo y tan siquiera estire la pierna a por él (de ir tras el esférico e intentar quitarlo ni hablo) e incluso más patético es que tras una jugada de ataque él se quede en fuera de juego, regrese dando un paseo y jorobe otro ataque en las pocas ocasiones que rápidamente volvimos a recuperar el balón. Esto lo lleva haciendo (y yo diciendo) desde que llegó y esa actitud es intolerable con esa camiseta. No nos quejamos por su mal partido como ciertos medios dicen, ni por los goles fallados, ni nada por el estilo, nos quejamos por su dejadez. Es un excelente jugador, entre los 3 mejores, pero nunca será el mejor del mundo (ni lo es Messi pero por otras cosas) si continúa con esa actitud. Para que observen la diferencia de trato, en la plantilla blanca hay un jugador aún más egoísta que CR y que también, aunque los de fuera no lo crean y los periodistas no lo vean, tiene un poco harto al Bernabéu, éste es Dí María. Es un chupón, no suelta el balón ni apuntándolo con una pistola, eso si, cuando lo hace suele ser maravilloso. Ahora bien, al argentino "se le perdona todo" y es que sus cualidades técnicas, pero sobretodo su pundonor y lucha, está fuera de toda duda, dejándose el alma tanto en ataque como en defensa. Nos sacará de quicio, pero nunca se dudará de él. Con CR da la sensación que en ataque jugamos con 11, incluso en un buen partido suyo con 12, pero en defensa con 10. CR, esta afición que deja toda su vida por vosotros, por tí; que aguanta frío, lluvia, nieve o calor, no se merece tu indiferencia, por muy grande que seas.
Nosotros no te pedimos botas de oro, ni pichichis, ni goles imposibles, sólo pedimos compromiso, de hecho es lo único que exigimos y tú, en el sentido absoluto de la palabra, no lo tienes.
Mención aparte la afición, ayer me sentí orgulloso como hacía mucho tiempo no lo hacía, no porque se animara mucho, más bien menos de lo esperado y deseable salvo "los innombrables", claro está, sino porque en el minuto 90, cuando todo estaba perdido y empujados por "los de detrás de la portería", todos los que quedábamos en el estadio (el 95% de los que acudimos) animamos al Real Madrid, les dimos nuestro último aliento e incluso una vez acabado el partido algún que otro aplauso sonó.
Lo peor del encuentro no fue el resultado, no fue que nos ganaron, esta vez sí, sin escusa posible. No fue porque a los puntos también fueron mejores, fue la cara y sensación con que todos regresábamos a nuestra casa. En el metro nadie éramos capaz de explicar lo sucedido, de razonar lo pasado. Haciendo un símil un tanto ridículo, por un momento me imaginé que éramos como esos zombies de The Walking Dead, andando sin rumbo fijo, alelados y marrullando gruñidos incomprensibles. Menos mal que de momento somos muertos vivientes.
Para finalizar, como no y hoy más que nunca, Hala Madrid!.
Nosotros no te pedimos botas de oro, ni pichichis, ni goles imposibles, sólo pedimos compromiso, de hecho es lo único que exigimos y tú, en el sentido absoluto de la palabra, no lo tienes.
Mención aparte la afición, ayer me sentí orgulloso como hacía mucho tiempo no lo hacía, no porque se animara mucho, más bien menos de lo esperado y deseable salvo "los innombrables", claro está, sino porque en el minuto 90, cuando todo estaba perdido y empujados por "los de detrás de la portería", todos los que quedábamos en el estadio (el 95% de los que acudimos) animamos al Real Madrid, les dimos nuestro último aliento e incluso una vez acabado el partido algún que otro aplauso sonó.
Lo peor del encuentro no fue el resultado, no fue que nos ganaron, esta vez sí, sin escusa posible. No fue porque a los puntos también fueron mejores, fue la cara y sensación con que todos regresábamos a nuestra casa. En el metro nadie éramos capaz de explicar lo sucedido, de razonar lo pasado. Haciendo un símil un tanto ridículo, por un momento me imaginé que éramos como esos zombies de The Walking Dead, andando sin rumbo fijo, alelados y marrullando gruñidos incomprensibles. Menos mal que de momento somos muertos vivientes.
Para finalizar, como no y hoy más que nunca, Hala Madrid!.
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