25 sept 2011

FÁCIL, MUY FÁCIL

En el medio nuestro mayor enemigo.
 Aunque pudiera parecer lo contrario y para aquellos que vieron el partido les parecerá lógico, el titular no se refiere al partido en sí. Un partido con muchísima mayor dificultad de lo previsto en la que el Rayo Vallecano mereció más de lo que el resultado dice. Un Rayo muy valiente, presionando en el área del Madrid desde el principio, mientras los nuestros no sabían ni como presionar, ni donde, heciéndolo en nuestro propio campo, lo que se tradujo en unos primeros 25 minutos de superioridad rayista y de despiste general de los nuestros. Entre los jugadores vallecanos destacó, y de que manera, Lass. Me encantó, tanto por calidad, como por lucha, garra y buen hacer. Sólo tuvo una pega, al final se lo creyó y se volvió un tanto egoista, pero hay que entenderlo, ¿qué mejor escenario para mostrar tus cualidades que el Bernabéu?.
   ¿Y el Madrid qué?, pues de menos a más, con una nota final media de 5,5 sobre 10 y eso que se produjeron milagros de esos que hacía mucho tiempo que no veía, como remates e incluso goles tras sacar un corner o falta, increíble. Si me apuran hasta mi querido Iker, en el minuto 75, sacó de su portería y se la dio a uno de los nuestros!, mis ojos no daban crédito a lo que veían.
   El partido empezó de una manera tan excelente como desastrosa. Nada más sacar el Rayo, al segundo pase, el Madrid les robó el balón (fantástico me dije), pero con la misma nuestro Lass le entregó un excelente pase a Tamudo (creo), éste avanzó, tiro, Casillas despejó mal, nuestra defensa llegó tarde... y gol que te crió. La cosa se compicaba y con el paso del tiempo más, ya que como he dicho el Rayo presionaba muy arriba, recuperaba rápido y movía muy bien el balón. Con el paso del tiempo la tendencia cambió, sobretodo a raíz del cambio de Lass por Özil. Poco a poco el Madrid se iba haciendo con el control del partido y empezaron a llegar las oportunidades, aunque ninguna especialmente clara. Cuando finalizaba la primera parte y en escasos minutos, el Real Madrid remontó con un excelente contra-ataque y con un gol tras sacar una falta que no lanzó CR!!!, patidifuso estaba. Por cierto, Sergio Ramos estaba en línea.
   Empezó la segunda parte con un intento rayista de hacer lo mismo que en la primera parte, pero con una respuesta madridista algo más coherente que impidió la superioridad que si se produjo al principio del primer tiempo. Pero claro está, Dí María debía de hacer su últimamente desagradable show y se "auto-expulsó" con el rayo pisándonos los talones en el marcador gracias al enésimo despiste defensivo blanco. Mou rápidamente movió ficha y de manera excelente he de decir. El Madrid a pesar de su inferioridad numérica cogió el mando del partido y al resultado me remito, aunque no siempre éste es muestra real del juego desplegado.
   Tras lo relatado, ¿dónde está lo fácil?. Pues muy sencillo, en el arbitraje. Y quiero decirlo hoy con el resultado a favor para evitar que en otro momento, y quizás con un resultado menos favorale, me tachen de oportunista. Los arbitrajes que sufre el Real Madrid son simple y llanamente vomitivos y ya da igual que sea en campo contrario que en el propio, de hecho me da la sensación que no hay campo de fútbol más fácil donde arbitrar que en el Bernabéu, y mucho más contra más perjudicas a los de casa. Deplorable la actuación arbitral, justo exactamente igual que las actuaciones anteriores de sus compañeros laborales. Y por errores no me refiero a fallos de apreciación de determinada jugada aislada (penalty, fuera de juego,...), me refiero a distinta vara de medir, a distinto trato, a injusticias contra nuestro equipo. Me parece increíble las tomaduras de pelo de los rivales hacia los nuestros y la permisibilidad arbitral. Voy a contar sólo lo acontecido en este partido, pero se puede trasladar a cualquiera de los anteriores. Desde el primer minuto el Rayo Vallecano se dedicó a perder tiempo de forma descarada, con el portero retrasando los saques hasta lo indecible; en los saques de banda pasándose el balón hasta entre 4 personas hasta decidir quien lo saca, como no, el más alejado; cuando los rayistas notaban los bellos del brazo o pierna de los nuestros, se tiran como si de un tiro les hubiera alcanzado con la consiguiente falta pitada a su favor, y la más que probable tarjetita; cuando Dí María presiona al defensa rayista y le hace una entrada de lo más normal, que si me apuran no era falta, le sacan amarilla (su primera falta), cuando hace una mano, también. En cambio Movilla hizo unas 10 faltas, alguna de ellas de naranja, sólo le sacaron la amarilla en el penalty que hizo que quizás pudo ser roja, pero no contento con ello, en una jugada calcada a la de el argentino madridista, cortó un pase con el biceps, que el árbitro ni siquiera pitó como infracción. Habría que añadir un par de goles anulados, un par de fuera de juego inexistentes pitados,... De cada 3 fatas blancas se muestra una amarilla, mientras que para que a los rivales les sancionen con algún tipo de tarjeta, necesitan una media de 10, de las cuales 5 serían de cierta agresividad. De las últimas 6 tarjetas mostradas a los nuestros, 3 han sido en la primera falta hecha por ese jugador y por entradas de lo más normalito, mientras que para que ocurra lo contrario, un sólo jugador ha de hacer unas 15 faltas, algunas de ellas de expulsión directa.
   Si, ganan millones; si, son profesionales; pero ante todo son seres humanos y hay reacciones y sensaciones que no se pueden comprar, entre ellas la frustración y la ira de sentirse perjudicado, la rabia que produce el saberse discriminado con permisibilidad del que ha de hacer justicia, la impotencia de la injusticia y el orgullo de intentar superar la segregación con todo lo que esté en su mano, motivo por el que por ejemplo Pepe, en ocasiones, actúa como actúa. No justifico esa "violencia", pero hasta ahora no ha sido de manera "gratuita", siempre ha sido como consecuencia de cierta actuación o actuaciones de los rivales.
   Si los árbitros fueran como deberían de ser, imparciales, el juego del Real Madrid, los resultados y las actuaciones de ciertos jugadores serían mucho más favorables. Pero es sencillo pitar al Real Madrid, es fácil, muy fácil perjudicarnos.

2 comentarios:

  1. Yo no creo que sea fácil pitar al Madrid (ni al Barça por la parte que me toca) a ambos les favorecen y perjudican en grandes cantidades pero también notamos mas sus fallos o sus aciertos cuando los hay. Nadie se fija en el árbitro cuando es un Levante-Málaga, por poner un ejemplo, salvo los de esos dos equipos, ahora cuando esta en juego el madrid o el barça, todos miran. Para bien y para mal creo que no es nada facil cometer un error o un acierto entorno a los dos grandes.

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  2. Estoy de acuerdo en tu planteamiento, pero yo no me refiero a errores "normales". De hecho hace ya muchísimo tiempo expliqué y defendí esos errores que siempre fueran mayores a favor de "los grandes" que a los pequeños, por meros motivos matemáticos. Si un equipo ataca 20 veces contra otro que sólo ataca 3, lo más lógico es que las jugadas conflictivas sean en el campo/área del equipo pequeño y por pura probabilidad matemática, los errores serán más pitados en esa zona y no en la contraria, así de simple a mi modo de ver. Yo a lo que me refiero es diferencia de trato, a discriminación. A acciones genéricas en el cómputo general de los 90 minutos que sacan de quicio a aquellos que perjudican. De todas formas plenamente de acuerdo contigo.

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