18 sept 2011

PERDIDO POR CAMBIAR LA "T" POR LA "D" Y LA "D" POR LA "LL".

   No es un mito el hecho que en España haya 40 millones de entrenadores, como tampoco lo es el que una vez acabado algo, se ve todo más fácil.
  Esto viene a cuento porque el partido del Madrid contra el Levante fue una auténtica chapuza, hasta el punto que nada más producirse la justa expulsión de Khedira, ya sabía como iba a titular la presente redacción del más que probable empate, cuasi probable derrota e imposible victoria.
  Me quedé pasmado al ver la forma de jugar del Madrid desde el primer minuto, a balonazos. No había movilidad entre las líneas y el ataque se resumía en pases de 20 ó 30 metros a las inmediaciones del área. Hace muchos años que no veía algo así. El Real de la temporada pasada era pura velocidad y verticalidad, el de este año parecía ser de mayor control, desplazamientos rápidos del balón, toque y desmarques... hasta hoy que no ví ni lo uno ni lo otro. No lo entendía, para ver la primera jugada realmente trenzada de nuestro equipo debí esperar hasta el minuto 60 aproximadamente. Mucho, pero mucho tiempo hacía que no veía tan perdido al Real Madrid y tan voluble para entrar en las trampas del rival. Aún así, en los primeros 20 minutos no hubiera sido descabellado ver en el marcador un 0-1 ó 0-2. Mientras tanto el Levante a lo suyo, defediéndose como gato panza arriba y conforme avanzaba el encuentro, contraatacando con una calidad y un buen hacer dignos del Real Madrid del año pasado. Sus jugadores parecían maestros del balón, con una calidad y toque digna de uno de los equipos grandes y que como casi siempre, sólo sacan a relucir contra los blancos.
   Y en esas que llegó la jugada que titula el presente post cuyo significado desvelaré al final. Jugada por la banda derecha del Real Madrid en la que un defensa del Levante hace falta (de las normalitas) a Dí María quitándole el balón, falta que no pita el árbitro y al argentino, sin saber todavía porqué, se le fue la cabeza e hizo una entrada de amarilla al jugador levantino. En la tangana a Dí María le dan en la cara una torta que si la hubiera hecho un jugador blanco hubiera sido expulsado, injustamente, pero expulsado, pues la misma más que manotazo fue un híbrido entre caricia y sopapo. A mi entender y de manera justa el árbitro sacó amarilla al "boxeador" del Levante. De todas formas a Dí María le queda mucho que aprender de Dani Alves en según que asuntos. La tangana continuó y ahí que apareció Khedira, empujando a un jugador del levante que recriminaba a Dí María lo exagerado de sus gestos y claro está, de manera justa, sacó la amarilla, que junto a la anterior que tenía, provocó la roja que se guardó en el manotazo al argentino. Es partidista, pero creo que es menos grave empujar levemente a un jugador contrario que está recriminando a un compañero de tu propio equipo en el suelo, que el soltar una torta a un rival, si bien con el reglamento en la mano, ese tipo de acciones (agresiones sin el balón en juego) son rojas... en ambos casos. En resumen, una jugada de ataque del Real Madrid se salda sin ninguna ocasíón, con un jugador expulsado y el otro "marcado" para el resto del partido y todos por la acción irracional de dos jugadores que deberían de tener más temple no sólo por su calidad, sino por su experiencia.
   Llegó la segunda parte y con ella el juego del Madrid aún empeoró más y el Levante poco a poco se hizo merecedor del resultado que por desgracia al final se dió.   
   Para algunos será una buena excusa el penalti no pitado por clarísimas manos en el área levantina, la expulsión que debió haber sufrido Rubén Suarez y no ocurrió, tras una durísima entrada por detrás a CR,... y alguna que otra acción aislada más, pero eso a mí no me vale. Me hubiera valido si el Real Madrid se lo hubiera merecido por juego y ocasiones, pero no fue así.  Por desgracia para nuestro equipo, no siempre que juega bien, el fútbol es justo con él, pero si lo es siempre que juega mal.
   Un Real Madrid que se las prometía felices acabó con tres puntos menos en su casillero y lo que es peor, de forma justa. El Barcelona ya nos saca un punto y digo bien lo de Barcelona, porque el de ayer también me gustó, no por el resultado, un poco exagerado a mi entender, sino porque cada vez me recuerda más al Barcelona de "Raijar", más pendiente del área rival que del círculo central.
   Esto acaba de empezar y la igualdad que se presuponía va camino de producirse, pero por favor, no de esta manera, pues perdimos un parTiDo por parDiLLos.
   No obstante lo de siempre y para siempre, Hala Madrid!.
  

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